El ciclo de Born–Haber es un ciclo de reacciones químicas
desarrollado en un principio por el físico Max Born y el químico alemán Fritz
Haber en 1917.
El ciclo de Born–Haber comprende la formación de un
compuesto iónico desde la reacción de un metal con un no metal. Los
ciclos de Born–Haber se usan principalmente como medio para calcular la energía
reticular, que no puede ser determinada experimentalmente.