La velocidad orbital es la velocidad que tiene un planeta,
satélite (natural o artificial) o similar en su órbita alrededor de otro cuerpo
celeste (estrella, planeta, ...).
Si la órbita es circular, la magnitud de la velocidad es
constante en toda la órbita y está se puede determinar igualando la fuerza gravitacional y la fuerza centrifuga:
Fg = Fc
Fg = GMm/r2 Fc = mv2/r
donde Vorb es la velocidad
orbital, G la constante
gravitacional, M la masa del cuerpo
atrayente, y r el radio de la órbita. La
velocidad orbital no depende de la masa m del cuerpo que orbita, aunque sí es
inversamente proporcional a la raíz cuadrada del radio de la órbita. Es decir,
cuanto mayor sea el radio, menor será la velocidad necesaria para describir la
órbita.
Si el objeto en órbita circular incrementase su velocidad,
pasaría a una órbita elíptica, con una velocidad que estaría determinada en
cada punto por las leyes de Kepler sobre el movimiento planetario. Si se se
moviera aún más rápido, podría alcanzar la velocidad de escape y describiría
una órbita parabólica; por encima de dicha velocidad, la trayectoría u órbita
sería hiperbólica.
Salvo en el caso de la órbita circular, la velocidad orbital
no es constante, sino que varía a lo largo de la órbita, siendo tanto menor
cuanto más alejado está el cuerpo que orbita del astro que le atrae. En el caso
del movimiento de los planetas en el Sistema Solar cabe destacar tres valores
significativos:
- Velocidad orbital mínima es la que corresponde al afelio.
- Velocidad orbital máxima es la que corresponde al perihelio.
- Velocidad orbital media durante un recorrido completo de la órbita.
Las velocidades orbitales se expresan en km/s o en km/h.
Suele emplearse el valor de velocidad orbital media. Así, el planeta Tierra
tiene una velocidad orbital media de 29,78 km/s.