Un satélite actúa básicamente como un repetidor situado en
el espacio: recibe las señales enviadas desde la estación terrestre y las
reemite a otro satélite o de vuelta a los receptores terrestres. En realidad
hay dos tipos de satélites de comunicaciones:
- Satélites pasivos. Se limitan a reflejar la señal recibida sin llevar a cabo ninguna otra tarea.
- Satélites activos. Amplifican las señales que reciben antes de reemitirlas hacia la Tierra. Son los más habituales.
Los satélites son puestos en órbita mediante cohetes espaciales que los sitúan circundando la Tierra a distancias relativamente cercanas fuera de la atmósfera. Los tipos de satélites según sus órbitas son:
Satélites LEO (Low Earth Orbit, que significa órbitas
bajas). Orbitan la Tierra a una distancia de 160-2000 km y su velocidad les
permite dar una vuelta al mundo en 90 minutos. Se usan para proporcionar datos
geológicos sobre movimiento de placas terrestres y para la industria de la
telefonía por satélite.
Satélites MEO (Medium Earth Orbit, órbitas medias). Son
satélites con órbitas medianamente cercanas, de unos 10.000 km. Su uso se
destina a comunicaciones de telefonía y televisión, y a las mediciones de experimentos
espaciales.
Satélites HEO (Highly Elliptical Orbit, órbitas muy
elípticas). Estos satélites no siguen una órbita circular, sino que su órbita
es elíptica. Esto supone que alcanzan distancias mucho mayores en el punto más
alejado de su órbita. A menudo se utilizan para cartografiar la superficie de
la Tierra, ya que pueden detectar un gran ángulo de superficie terrestre.
Satélites GEO (Geoestacionario). Tienen una velocidad de traslación igual a la
velocidad de rotación de la Tierra, lo que supone que se encuentren suspendidos
sobre un mismo punto del globo terrestre. Por eso se llaman satélites
geoestacionarios. Para que la Tierra y el satélite igualen sus velocidades es
necesario que este último se encuentre a una distancia fija de 35786 Km sobre
el ecuador. Se destinan a emisiones de televisión y de telefonía, a la
transmisión de datos a larga distancia, y a la detección y difusión de datos
meteorológicos.