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Generación, transporte y distribución de energía eléctrica

Dentro del sistema de suministro eléctrico se pueden diferenciar tres actividades:
  • la generación, que produce la energía necesaria para satisfacer el consumo;
  • el transporte, que permite transferir la energía producida hasta los centros de consumo;
  • la distribución, que hace posible que la energía llegue a los clientes finales.

La energía eléctrica no se puede almacenar, por lo que debe existir un equilibrio constante entre la producción y el consumo. El transporte de electricidad se realiza a través de líneas de transporte a tensiones elevadas que, conjuntamente con las subestaciones, forman la red de transporte. La red de distribución está formada por el conjunto de cables subterráneos y los centros de transformación que permiten hacer llegar la energía hasta el cliente final. La red de distribución es la parte del sistema de suministro eléctrico responsable de las compañías distribuidoras de electricidad hasta los consumidores finales.

La red eléctrica:
La red eléctrica une todos los centros generadores de energía eléctrica con los puntos de consumo, de este modo se consigue un equilibrio entre la cantidad de energía consumida y la producida por las centrales eléctricas. La red de transporte de energía eléctrica está formada por los elementos que llevan la electricidad desde los centros de generación hasta puntos cercanos donde se consume. Para poder transportar la electricidad con las menores pérdidas de energía posibles se tiene que elevar su nivel de tensión. Las líneas de transporte o líneas de alta tensión están constituidas por un elemento conductor (cobre o aluminio) y por los elementos de soporte (torres de alta tensión). Estas conducen la corriente eléctrica, una vez reducida su tensión hasta la red de distribución.

Etapas:
  1. Las centrales eléctricas producen una corriente con una tensión de 10-20 kilovoltios (kV).
  2. Al salir de las centrales eléctricas se eleva la tensión de la corriente hasta 110-480 kV (alta tensión) para minimizar las pérdidas de energía durante el transporte.
  3. Después, en estaciones transformadoras, se varía de nuevo el voltaje de la corriente hasta 220 ó 380 V, un valor aprovechable en nuestras viviendas, oficinas, industrias, ...

La diferencia de potencial suministrada por la red eléctrica en España es de 230 V ± 10%. Pero a menudo utilizamos aparatos eléctricos que funcionan con un voltaje mucho menor como, por ejemplo, las lámparas halógenas o algunos aparatos electrónicos. En este caso necesitamos transformar la tensión utilizando unos elementos llamados transformadores. Una clavija del transformador se conecta al aparato y la otra se enchufa a la red. Algunos transformadores, como el de la foto, disponen de varias clavijas para adaptarlos a aparatos diferentes, e incluso permiten seleccionar el voltaje de salida.